La importancia del diseño en una estrategia social media: cómo aplicarlo correctamente

Cuando comenzamos a trabajar con un nuevo cliente o tratamos de dar un nuevo enfoque a un proyecto con el que ya estamos familiarizados, es imprescindible que nos paremos a analizar la situación actual y definamos hacia dónde nos queremos dirigir. Para ello, en Apache Digital parte de LLYC, trabajamos todos los equipos alineados desde un primer momento, de forma que estemos integrados y construyamos en la misma dirección, hacia la consecución de los objetivos.

A la hora de crear una nueva estrategia de Social Media, aplicamos la misma metodología,  ya que, es muy importante tener en cuenta ciertos aspectos que nos pueden ayudar a conseguir la diferencia y que, por separado, los diferentes equipos podrían no llegar a identificar.

Para comenzar, el equipo de Social Media empieza a establecer los objetivos de comunicación que queremos alcanzar y cuáles son los medios que tenemos para llegar a ellos. Una vez que estas decisiones se han tomado, el equipo de Diseño pasa a la acción y analiza cómo puede ayudar a mejorar cada uno de esos puntos. Es un trabajo imprescindible para crear una buena percepción del público hacia la marca, tratando de conseguir trazar un vínculo entre ambas partes, consiguiendo crear sentimientos que se transforman en relevancia.

Desde el equipo de diseño debemos conocer a nuestra audiencia y analizar profundamente a la competencia, de forma que conozcamos así cómo se muestran en las plataformas, las publicaciones que mejor funcionan, los diseños que se usan hasta el momento, la presencia que tienen, las acciones desde las que se consigue una mayor interacción… Sólo estudiando estos datos podremos lograr diferenciarnos y construir una imagen exitosa.

Para ello, debemos seguir una línea de trabajo en la que es imprescindible no saltarnos ningún paso y, en ocasiones, volver atrás y repetir alguno de ellos. 

  • Tras hacer un análisis exhaustivo de la situación actual y del sector, en primer lugar, debemos conocer el manual de marca del cliente con el que estemos trabajando a la perfección, ya sea diseñado por nosotros o nos venga dado, de manera que sepamos de qué elementos visuales disponemos para trabajar (tipografías, colores corporativos, simbología, elementos geométricos, estilo fotográfico, composiciones…) Sólo partiendo de este conocimiento podremos comenzar a diseñar piezas acordes.

  • Una vez que tenemos las nociones necesarias podemos comenzar a crear la estrategia visual. Tendremos que elegir qué estilo seguiremos en cada una de las redes, diseñando guías para las composiciones, templates para diferentes contenidos, ideando elementos tanto para piezas estáticas como para vídeos y animaciones, de forma que todo siga una misma línea y nada de lo que trabajemos pueda desentonar. En este paso también se trabajará teniendo en cuenta los feeds de cada una de las plataformas, ya que por ejemplo, para Instagram es muy relevante cómo se van a visualizar las piezas simultáneamente en el perfil.

  • Es importante empezar por el principio, y esto a nivel diseño quiere decir, comenzar unificando la imagen de marca en todas las redes sociales que utilice el cliente, a través de las imágenes de perfil y portadas. Debemos mostrar siempre el logotipo del cliente en las imágenes de perfil, pero en cuanto a las portadas, tenemos que tener claro a qué público va dirigida cada una, ya que por ejemplo, si trabajamos con una Universidad, no queremos transmitir lo mismo en Linkedin que en Instagram, puestoque, en una nos dirigiremos a un perfil profesional que quizás quiera renovarse o incluso colaborar, y en otra, a estudiantes que comienzan sus estudios. Necesitamos centrarnos en la misión de cada red social. La primera impresión es decisiva y frente a ella sólo tenemos una oportunidad.

Ejemplo Instagram
Ejemplo Facebook

Ejemplo Youtube

  • Diseñar con la mente puesta en cada idea a comunicar. Con claridad, sencillez, consistencia, haciendo el diseño visible, con un mensaje perfectamente estructurado.
  • Crear contenido siempre adaptado a las necesidades y recomendaciones de cada una de las redes sociales. Aunque vayamos a publicar la misma imagen en diferentes redes, no todas son visualizadas de la misma manera. Además, se debe tener en cuenta que algunos formatos incorporan ciertos elementos con los que debemos contar, como sucede con los stories de Instagram, en los que tanto en la parte superior como en la inferior debemos respetar un espacio de seguridad para que nuestro contenido no se solape con las cajas que la plataforma incluye al subir nuestro contenido.

  • Debemos trabajar teniendo en cuenta los calendarios de contenidos, para poder crear diseños en base a ellos evitando la repetición de recursos o buscándola en caso de que sea lo que queramos. Es vital hacer publicaciones regularmente en base a lo que establezcan los equipos, por lo que si sabemos que con un cliente de una marca de alimentación todos los jueves vamos a publicar vídeos de recetas, a lo mejor es interesante utilizar esos elementos recurrentes que se han creado en los primeros pasos para que el usuario pueda reconocer el contenido de manera instantánea.
  • Es también muy importante que, si estamos trabajando simultáneamente en contenido para otras plataformas o por ejemplo estamos llevando a cabo campañas de Paid Media, el contenido esté siempre alineado, tanto a nivel visual como textual con lo que comunicamos, ya que si se reciben mensajes contradictorios por diferentes canales, perderemos toda la credibilidad.
  • Planificar cuál es el mejor formato para cada contenido. Debemos tener en cuenta que si queremos comunicar un mensaje más abundante, quizás sea mejor utilizar un carrusel para no concentrar mucho texto en una primera imagen, o quizás contemplar crear un vídeo explicativo con pasos para presentar un producto… Adaptarnos a las necesidades hace que la comunicación sea siempre mucho más eficaz.

  • Como última recomendación, evaluar cómo funciona cada una de las piezas que subimos, los contenidos que mejor funcionan, los cambios de resultados frente un cambio estético y comparar interacciones entre cada publicación, es una de las tareas que más nos ayuda a mejorar, ya que al final es lo único que nos indica si el contenido es acorde al usuario o debemos reenfocarlo de alguna manera.

Recordemos que, la mayoría de las veces, los usuarios no compartirán una publicación si, a pesar de que les guste el contenido, la estética de la misma no es agradable o profesional.

Cada día nos bombardean con miles de imágenes por todos los medios, online y offline, por lo que recibimos muchísima información, y el cerebro humano procesa la visual 60.000 veces más rápido que la textual. No recordaremos una publicación si no tiene detrás una gran estrategia y diseño trabajada para marcar la diferencia. Muchas marcas no apuestan por invertir en diseño, pasando por alto que es la principal manera en la que el usuario les percibe. Si no se cuida la forma en la que nos damos a conocer, el resultado será crear una idea de poca profesionalidad y descuido en los que podrían haber sido posibles usuarios.

Debemos despertar emociones, recurrir a recuerdos, asociaciones, conseguir que los receptores decidan compartir e interactuar con lo que les mostremos, generando confianza desde ellos hacia nosotros. Cada vez que publicamos algo estamos ante una nueva oportunidad para sobresalir, pero también para fallar. Si conseguimos hacerlo bien, estamos buscando un lugar en el sector y el reconocimiento de nuestra marca crecerá exponencialmente.

“La mayoría de las personas piensan que el diseño es una capa, una simple decoración. Para mí, nada es más importante en el futuro que el diseño. El diseño es el alma de todo lo creado por el hombre. El diseño no es solo lo que se ve o lo que se siente. Diseño es cómo funciona.”

Steve Jobs

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